Busco la fuerza y la expresividad del color porque me surge de forma natural y así expreso mi propia libertad. Unos colores reclaman la presencia de otros; un complementario, un adyacente, etc., y así, va surgiendo la obra, buscando la armonía de la composición.

El color simple y puro al relacionarse con los demás que están en alrededor, toma un valor y se transforma, haciéndose más potente o más discreto, según mi propia intención.

Pretendo aunar cuestiones texturales y de tratamiento, equilibrio de formas, etc., a través del color, que para mí es la herramienta fundamental. Empleo superficies empastadas y “duras”, junto a otras más veladas y diluidas. Todo esto para darle riqueza al conjunto y que no aburra, que posea múltiples lecturas en los distintos fragmentos. Esto me plantea problemas muchas veces, pero bueno como he dicho antes, la pintura no es la aplicación de una serie de fórmulas matemáticas, sino una lucha por encontrar nuevas soluciones y… en eso estoy.